17.2.12

(...).-

Y yo que no le creía a mi vieja cuando me decía que el afecto no se mendiga, hasta que comprendí por fin, gracias al ejemplo de gente que consideraba cercana, que si no te tiene afecto no les importás, por mas que les digas "Che, como que me siento desplazado, me tratás diferente, me ignorás...¿Te hice algo?" nada va a cambiar, decile chau a ese amigo, que se fue sin despedirse y sin que te dieras cuenta, sabiendo que lo último que querías en tu vida era perder a alguien que considerabas casi un hermano.

Somos todos variables, ningún ser humano tiene una actitud, apariencia, pensamiento estables, por eso mismo nunca terminamos de conocer a una persona...ese/a que era tan buena onda, con el/la que salías y te divertías, al otro día se puede transformar en alguien detestable, y en cuya cabeza nunca pasa algún recuerdo tuyo. Eso si es depresión, construir tu imagen con ayuda de otras personas, cuando ellas ausentan, todo se desmorona y empezás a pensar que sos un nadie (porque para ellos ya te convertiste en nadie).

Voy a hacer de cuenta, que todo fue una ilusión, que desperté en el cuerpo de otra persona la cual terminó el secundario, esta arrancando la universidad, tiene un hermano y una mamá que lo quieren, algunos amigos confiables, y que le encanta descubrir cosas. Hay que aprender del pasado, somos todos variables y nos podemos convertir en lo que queramos. Yo por mi parte quiero ser (...).

Primero vamos a alejarnos de las personas que decidieron no darte más bola...

Vamos a volver a plantear esta situación.

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